Un sueño ajeno a todo lo demás. Imaginaciones mías, locuras que pasaron sin necesidad. Tan real habría sido, tanto que fui capaz de sentir su cuerpo junto al mío, diciendo palabras que de mi boca jamás saldrían, teniendo en mi pecho sus lágrimas, rozando dulcemente sus pequeños labios.
He sido victima de un sueño extraño, he visto rostros que no recuerdo conocer. He sido capaz de inventar situaciones en las que seguramente jamás estuve, y que jamás estaré.
Vi en mis sueños una rosa, una que no tenía ninguna espina. Una flor dulce, siendo obligada a mostrar el filo que no tenía. La he visto caer, le he visto levantarse. He sentido sus pétalos rozarme con dulzura, mostrando en caricias palabras que sus labios no me decían. Sentí, sin conocerle, que esa rosa debía ser mía, que nadie más que yo tendría derecho a tomarle. Desee cortarla, desee acabar con su vida. Pero más no pude estar equivocado, que al tiempo quise protegerla. Pensé al principio en mi simple egoísmo; ser propietario de su cuerpo, de su alma, era lo único que pasaba por mi mente. Más así, no fui capaz de darme cuenta, que me hice dueño de su corazón. Que deje a aquella rosa tomarme como objeto, deje a aquella rosa ser dueña de mis muecas, controlar mi cuerpo a voluntad. Hasta el punto que caí ante ella.
Esa rosa era única, era mía, solo mía. Tenía que protegerla, alejar a quien desease hacerle daño. Intenté dar mi vida, cuidarla, pero al fin y al cabo, fue cortada. Pero algo fue diferente, el rojo que antes era de ella, veía su tintura sobre mi, cubriendo en totalidad mi cuerpo, diciendo en leves susurros "duerme, cierra tus ojos"
Sentí un peso sobre mi, sentí resbalar lágrimas en mi piel, oí su voz, su dulce voz. Mi tierna rosa sonreía, no, ella lloraba. Decía mi nombre en poca voz, quise detenerle, gritar que no llore. Pero en medio sueño, desperté. Envuelto en un suelo de metal, llegué a verle, mi rosa estaba allí. Inalcanzable, irreconocible. Me vi rodeado nuevamente entre sus pétalos, perdí, volví a caer. Desperté. En dos sueños la conocí, en dos sueños la ame, en dos sueños intenté hacerme a su lado, pero no lo logré. Perdí, volví a perder.
Atado me veo ahora, por hilos que no me dejan recortarle. Deseo ver el rostro de mi rosa. Decirle que le amo, decirle que le amo.
Nya ¡^¡ lo he vuelto a leer despues de mucho tiempo porque no me acordaba, pero me resulta demasiado bonito ¡^¡ Oz y Edith hacen una pareja preciosa
ResponderEliminar(Soy Noah-chan <3)